viernes, 30 de septiembre de 2011
viernes, 23 de septiembre de 2011
Embriágate
Ayer, vagando por los grandes de la poesía, encontré este "poema" de Baudelaire, que me recordó al chatismo:
Embriágate. Es preciso estar siempre ebrio. Todo consiste en eso: es la única cuestión. Para no sentir la horrible carga del tiempo, que aplasta tus hombros y te inclina hacia la tierra, es preciso que te embriagues sin tregua. Pero ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud; de lo que te plazca. Pero embriágate. Y si alguna vez en los escalones de un palacio, sobre la hierba verde de un foso, en la soledad lúgubre de tu cuarto, te despiertas, la embriaguez ya disminuida o ya desaparecida, pregunta al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntales qué hora es, y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, te responderán: ¡Es hora de embriagarse! Para no ser esclavos martirizados del tiempo, embriágate ¡embriágate sin cesar! De vino, de poesía, o de virtud, de lo que te plazca.
jueves, 8 de septiembre de 2011
Poema Humano.
Escarbando en el desastre de mi pieza, buscando apuntes perdidos, entre papeles viejos y arugados encontré un poema de Cesar Vallejo que quería mostrarles.
Al menos mi forma de entender la magia, es el reconocerle un caracter eminentemente humano, y las lineas que a continuacion comparto con ustedes, me resfriegan en la cara la humanidad, insumo necesario e impresindible para la producción mágica.
Saludos.
Coloro
Considerando en frío, imparcialmente... (Cesar Vallejo)
Considerando en frío, imparcialmente,
que el hombre es triste, tose y, sin embargo,
se complace en su pecho colorado;
que lo único que hace es componerse
de días;
que es lóbrego mamífero y se peina...
Considerando
que el hombre procede suavemente del trabajo
y repercute jefe, suena subordinado;
que el diagrama del tiempo
es constante diorama en sus medallas
y, a medio abrir, sus ojos estudiaron,
desde lejanos tiempos,
su fórmula famélica de masa...
Comprendiendo sin esfuerzo
que el hombre se queda, a veces, pensando,
como queriendo llorar,
y, sujeto a tenderse como objeto,
se hace buen carpintero, suda, mata
y luego canta, almuerza, se abotona...
Considerando también
que el hombre es en verdad un animal
y, no obstante, al voltear, me da con su tristeza en la cabeza...
Examinando, en fin,
sus encontradas piezas, su retrete,
su desesperación, al terminar su día atroz, borrándolo...
Comprendiendo
que él sabe que le quiero,
que le odio con afecto y me es, en suma, indiferente...
Considerando sus documentos generales
y mirando con lentes aquel certificado
que prueba que nació muy pequeñito...
le hago una seña,
viene,
y le doy un abrazo, emocionado.
¡Qué más da! Emocionado... Emocionado...
domingo, 4 de septiembre de 2011
Daniel Johnston
Ahora ponga play: