jueves, 22 de diciembre de 2011

La misma jeringa con distinto bitoque

"Un día, en su charla locuaz, salpicada de palabras contrahechas, habló de las emisiones de papel moneda: todo lo hacían los burgueses a costa del pobre roto, manso como un cordero, que trabajaba sin protestar, para los de arriba. Los ricos habían especulado; habían querido, en una palabra, hacerse millonarios sin sacrificio alguno, cómodamente sentados en los sillones blandos de sus palacios, y cuando su ambición y sus vicios les trajeron al suelo, pedían en gritos angustiosos desde la prensa y en las Cámaras esa nueva emisión de papel moneda que les volvería a levantar y que pesaría infaliblemente sobre los de abajo, sobre los pobres rotos eternamente oprimidos, que seguían sumisos, entregados a las faenas diarias como un rebaño inconsciente que no tenía derecho a alzar su voz en el concierto social."
Joaquín Edwards Bello, El Inútil, 1910.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Shut the fuck up Donny

Cabros, demosle mas vida al blog, más comentarios y aportes!!!!

Ahí les dejo una de la mejores escenas del tremendo personaje de John Tarturro.

http://youtu.be/1W2AIECx6cc

jueves, 1 de diciembre de 2011

A la decadencia del crá...

Chatistas;

En días felices de fútbol como hoy, quiero compartir con ustedes la primera aproximación al fútbol que tuve a los 10 años, escuchando música con mi viejo...

Garrincha. (Alfredo Zitarrosa)

Lo lleva atado al pie, como una luna atada al flanco de un jinete,
lo juega sin saber que juega el sentimiento de una muchedumbre,
y le pega tan suave, tan corto, tan bello,
que el balón es palomo de comba en el vuelo,
y lo toca tan justo, tan leve, tan quedo,
que lo limpia de barro y lo cuelga del cielo,
¡y se estremece la gente, y lo ovaciona la gente!
Lo lleva unido al pie, como un equilibrista unido va a la muerte,
lo esconde -no se ve-, le infunde magia y vida y luego lo devuelve,
y se escapa, lo engaña, lo deja, lo quiere,
y el balón le persigue, le cela, le hiere,
y se juntan y danzan y grita la gente,
y se abrazan y ruedan por entre las redes,
¡y se estremece la gente, y lo ovaciona la gente!
¿Quién se llevó de pronto la multitud?
¿Quién le robó de pronto la juventud?
¿Quién le quitó de un golpe el hechizo mágico del balón?
¿Quién le enredó en la sombra la pierna, el flanco y el corazón?
¿Quién le llenó su copa en la soledad?
¿Quién lo empujó de golpe a la realidad?
¿Quién lo volvió al suburbio penoso y turbio de la niñez?
¿Quién le gritó en la cara: -Usted no es nada, ya no es usted?
Ya no es usted, señor, ya no es usted.*
El último balón lo para con el pecho y junto al pie lo duerme,
lo mira y sólo ve cenizas del amor que estremeció a la gente,
y lo pierde en la hierba, lo deja, lo olvida,
no lo quiere, le teme, no puede, no atina,
y se siente de nuevo enterrado en la vida,
y el balón se le escapa entre insultos y risas,
¡y se enfurece la gente, y le abuchea la gente!
¿Quién se llevó de pronto la multitud?
¿Quién le robó de pronto la juventud?
¿Quién le quitó de un golpe el hechizo mágico del balón?
¿Quién le enredó en la sombra la pierna, el flanco y el corazón?
¿Quién le llenó su copa en la soledad?
¿Quién lo empujó de golpe a la realidad?
¿Quién lo volvió al suburbio penoso y turbio de la niñez?
¿Quién le gritó en la cara: -Usted no es nada, ya no es usted?
Ya no es usted señor, ya no es usted…


Saludos.

Coloro