viernes, 23 de septiembre de 2011

Embriágate

Chatistas,

Ayer, vagando por los grandes de la poesía, encontré este "poema" de Baudelaire, que me recordó al chatismo:

Embriágate. Es preciso estar siempre ebrio. Todo consiste en eso: es la única cuestión. Para no sentir la horrible carga del tiempo, que aplasta tus hombros y te inclina hacia la tierra, es preciso que te embriagues sin tregua. Pero ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud; de lo que te plazca. Pero embriágate. Y si alguna vez en los escalones de un palacio, sobre la hierba verde de un foso, en la soledad lúgubre de tu cuarto, te despiertas, la embriaguez ya disminuida o ya desaparecida, pregunta al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntales qué hora es, y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, te responderán: ¡Es hora de embriagarse! Para no ser esclavos martirizados del tiempo, embriágate ¡embriágate sin cesar! De vino, de poesía, o de virtud, de lo que te plazca.

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